Independientemente del sector en el que te desenvuelvas, de tus años de experiencia, de la etapa por la que atravieses, tú y solo tú eres el responsable de manejar una efectiva estrategia para potenciar tu propuesta de valor.
Un insumo importantísimo para posicionarte en tu mercado objetivo es el autoconocimiento.
Cuando conozcas tus atributos y desarrolles una mayor confianza en ti mismo, deberás aumentar tu visibilidad, aprovechando cada oportunidad de captar la atención de tus grupos de interés: Clientes, proveedores, socios, colegas, subalternos, ex jefes, posibles empleadores, etc.
Es momento de hacer tu tarea: Pon manos a la obra y prepárate para responder las siguientes preguntas:
¿Sabes como está compuesta tu red de contactos? Date tiempo y arma una base de datos de los miembros que la componen. Si descubres que tu red no es tan extensa, no te abre muchas puertas o no le has prestado la atención debida, busca eventos de integración y contáctate con miembros de tu red que puedan hacer de enlace con tu mercado objetivo. El objetivo es hacer sentir tu presencia y generar oportunidades para ti mismo. Recuerda: Todo entra por los ojos, por lo que necesitarás desarrollar material de impacto: Una buena hoja de vida, tarjetas personales virtuales, brochures, presentaciones ejecutivas, una pagina web, un portafolio virtual, un Linkedin estelar, etc.
¿Sabes cómo diferenciarte? Tener una base de datos actualizada de tus contactos o reunirte con personas o grupos relevantes no servirá de nada si no eres consciente de tu propuesta de valor, lo que te diferencia del resto y lo que tienes para ofrecer. ¿Qué te hace la opción ideal? ¿Por qué te preferirían a ti? ¿Por qué alguien compraría tus productos o contrataría tus servicios? ¿Cuales son los problemas que puedes resolver? Conócete. Afiánzate. Has frente a tu competencia.
¿Eres efectivo comunicando aquello que hace la diferencia? Imagina que tienes entre 20 y 30 segundos para contarle a alguien importante a qué te dedicas y cuál es tu objetivo. ¿Sabrías que decir? Si no tienes idea, no esperes más. Arma un speech efectivo, un resumen ejecutivo express: Explica, en no más de un minuto, quién eres, qué haces y qué beneficios eres capaz de darle a los demás. Si requieres aprenderlo de memoria, hazlo. Practica frente al espejo. Tu lenguaje corporal debe dotar de orgullo y seguridad a cada palabra que sale de tu boca.
¿Conoces lo suficientemente bien a tu mercado? Si ya sabes a quién dirigirte, afinarás tu puntería y serás eficiente en tus esfuerzos. Tu público debe fijarse en ti captando tu mensaje claro como el agua. Atrae su interés y llega hasta su memoria. Si lo logras, es probable que tengas más tiempo y espacios para presentarte y elevar tus probabilidades de relacionamiento. No olvides hablar en un lenguaje sencillo : No es momento para enredarte en tu discurso. La presentación efectiva es aquella concisa y precisa.
¿Eres empático? Un factor imprescindible para profesionales de todas las áreas, emprendedores en búsqueda de clientes y personas en transición de carrera es la empatía: Ser capaz de entender a otros y colocarse en su lugar. La clave es entender la necesidad de tu mercado objetivo y convertir tu propuesta de valor en una solución viable y sostenible a sus problemas que se haga visible en el momento justo.
Y lo mas importante…
Nunca olvides por qué haces lo que haces: La pasión, las ganas, la voluntad y la seguridad hacen grandes cosas por nuestro desarrollo profesional. Podemos ser buenos en lo que hacemos, pero solo lograremos la excelencia en las cosas que nos gustan y que dan sentido a nuestra vida. Si pierdes la voluntad, quizá es momento de replantearte un camino alterno y diferente.
¡Suerte!
Karla Melissa Celis Malatesta | Socia Fundadora en Desarrollo Gradual
www.desarrollogradual.com
melissa@desarrollogradual.com
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